ALEXANDER GRAHAM BELL

ALEXANDER GRAHAM BELL. Inventor escocés - americano , nacido en Edimburgo, Escocés, el 3 de Marzo de 1847. Muerto en Baddeck, Nueva Escocia, el 2 de Agosto de 1922.

Alexander Graham Bell

Bell nació en una dinastía que se interesaba en los problemas del lenguaje. Los padres habían estudiado la mecánica del sonido y el padre fue de los primeros en enseñar a hablar a los sordomudos. Entre los años de 1868 y 1870 Alexander trabajó con su padre en el estudio de las palabras y enseñó a los niños sordos de Edimburgo. Dos hermanos suyos murieron de tuberculosis y él mismo estuvo amenazado de correr la misma suerte. Con lo que quedaba de la familia se trasladaron a Canadá en 1870, en donde mejoró rápidamente su salud. Al año siguiente fue a los Estados Unidos y en 1873 le nombraron profesor de fisiología vocal en la Universidad de Boston. Se enamoró de una alumna sorda, que le alentó a que se dedicase con más intensidad a sus estudios. Se interesó en la producción mecánica del sonido, basando su trabajo en las teoría de Helmhlotz y recibió el aplauso del americano Henry. Le pareció a Bell que si las vibraciones de ondas sonoras se pudiesen convertir en corriente eléctrica ondulatoria, esa corriente podría otra vez convertirse en ondas sonoras iguales a las originales del otro lado del circuito. De este modo, el sonido podía transportares por alambres con la velocidad de la luz. Un día que había vertido ácido de una batería sobre el pantalón, cuando trabajaba con un instrumento proyectado para transportar el sonido, grito a su ayudante : “ Por favor, Watson, ven: te necesito “. Watson, al otro lado del circuito, en otro piso, oyó hablar al instrumento y bajó apresuradamente, a pesar suyo, con gran alegría. Fue esa la primera comunicación telefónica. En 1876 Bell patentó el teléfono; en 1877 se casó y en 1822 se hizo ciudadano americano (Edison descubriría la transmisión con carbón en polvo que transmitíría la electricidad con más o menos intensidad al comprimirse o no por las vibraciones que originaba el sonido. Esto creaba una corriente que se transformaba, a su debido tiempo, en ondas sonoras). El nuevo teléfono fue lo más importante de la exposición que tuvo lugar en Filadelfia en el año 1876, para celebrar el centésimo aniversario de la Declaración de la Independencia. Fue la sensación de ese momento, y al emperador brasileño Pedro 2º le impresionó tanto, que dejó caer el auricular para decir: “ ¡ Habla ! “. Hecho que salió en los epígrafes de todos los periódicos. El segundo en probarlo fue un visitante británico, Kelvin, que también se sorprendió gratamente. Inmediatamente se introdujo el teléfono en América y Bell, a los treinta años, era rico y famoso. Continuó su carrera de invenciones realizando mejoras en el fonógrafo de Edison. En 1881, de un modo espectacular, inventó un aparato que podía localizar metales para buscar la bala en el cuerpo del presidente Garfield, que se moría lentamente a causa de un atentado. El aparto funcionaba, pero en esta ocasión no dio resultado porque a nadie se le ocurrió quitar el colchón de muelles de acero, que hizo una interferencia metálica en la exploración. Bell edificó una casa de verano en Nueva Escocia, fundó la revista americana Science en 1883, se interesó en aeronáutica y ayudó a Langley económicamente, hizo experimentos con aire acondicionado y aún con cría de animales. Recibió muchos honores en vida y en 1915, cuando se inauguró la primera línea telefónica transcontinental, Bell (en el Este) habló, otra vez, con su antiguo ayudante Watson, que estaba en el Oeste. Le repitió lo que le había dicho cuarenta años antes: “ Por favor, Watson, ven: te necesito “, y las palabras no fueron de una habitación a otra, sino de costa a costa. En 1950, pusieron una efigie de Bell en la Galería de la Fama de los grandes hombres americanos.